El té es una de las bebidas más consumidas y apreciadas en el mundo, pero también una de las más delicadas a la hora de prepararla. La temperatura del agua es un factor clave que influye en el sabor, el aroma y las propiedades del té. Por eso, en este artículo, vamos a darte unos trucos para controlar la temperatura del agua para el té sin necesidad de termómetro.
Los amantes del té, sabemos que, reparar una taza perfecta de té va más allá de simplemente sumergir una bolsita en agua caliente. Si el agua está demasiado caliente, el té puede quedar amargo y perder sus beneficios; si está demasiado fría, el té puede quedar insípido y no liberar todos sus aromas.
Algunos, utilizan termómetros especializados para lograr la temperatura ideal. Pero, hay trucos y métodos prácticos y sencillos para calcular la temperatura del agua sin depender de uno de ellos. Te lo explicamos.
1. Observa las Burbujas del agua:
El primer método forma parte de la antigua tradición china. Y, se basa en la observación de las burbujas que se forman al calentar el agua en un cazo. Deberás tener en cuenta el tamaño de las mismas:
Cuando las burbujas comiencen a alcanzan el tamaño de “ojos de cangrejo”, (crab eyes), es que la temperatura está entre 79°C y 81°C. La adecuada para los tés verdes.
Para los tés que necesitan una temperatura ligeramente más alta, las burbujas de agua deben alcanzar el tamaño de “ojos de pez”, (fish eyes). Entonces estará entre los 82°C y 85°C, la ideal para los tés blancos.
La fase llamada la “cadena de perlas”, (pearl chain), es la etapa final antes de que el agua comience a hervir. Las burbujas más grandes del fondo de la olla comenzarán a elevarse rápidamente hasta la superficie formando cadenas continuas de burbujas. El agua estará alrededor de 91 a 96 °C, la temperatura perfecta para el té oolong o los pu-erh.
Y, cuando el agua hierva a borbotones, “torrente furioso”, es que la temperatura ha alcanzado los 100°C y es adecuada para los tés negros, como el darjeeling, o para las infusiones de hierbas.
2. Método del tiempo:
Este método se basa en el tiempo que tarda el agua en enfriarse después de hervir. La regla general es que el agua caliente se enfría aproximadamente 5 grados Celsius por minuto después de retirarla del fuego. Esto significa que, si has hervido el agua y deseas que se enfríe a una temperatura específica, puedes esperar unos minutos antes de verterla sobre las hojas de té.
Así que, sólo se necesita un cronómetro o un reloj. Y, el procedimiento es el siguiente:
Deja que el agua hierva y apaga el fuego. Espera unos segundos hasta que el agua deje de hervir y empieza a contar el tiempo para verter el agua en la tetera o en la taza.
100°C: vierte el agua inmediatamente después de hervir.
90°C: esperar 1 minuto después de hervir.
80°C: esperar 2 minutos después de hervir.
70°C: esperar 3 minutos después de hervir.
3. Método del hervidor eléctrico
Este método es el más sencillo y práctico, pero necesitarás un hervidor eléctrico con control de temperatura. Estos hervidores permiten ajustar la temperatura del agua según el tipo de té que se quiera preparar.
Algunos modelos incluso tienen programas preestablecidos para cada tipo de té. Solo hay que llenar el hervidor con agua, seleccionar la temperatura o el programa deseado y esperar a que el hervidor se apague o emita una señal acústica. Luego, se vierte el agua en la tetera o la taza y a disfrutar del té.
4. Prueba con la Intuición:
La intuición y la experiencia también son herramientas valiosas al preparar té. A medida que te familiarizas con los diferentes tipos de té y sus requisitos de temperatura, desarrollarás un sentido instintivo para determinar cuándo el agua está en el punto ideal.
Este método puede llevar tiempo, pero con la práctica, podrás identificar visualmente el momento justo para agregar el agua a tus hojas de té favoritas.
Experimenta y descubre la técnica que mejor se adapte a tu estilo de preparación de té. Con el tiempo, te convertirás en un experto en el arte de controlar la temperatura del agua sin necesidad de un termómetro, obteniendo tazas de té deliciosas y perfectamente equilibradas.
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